Al enterarme de que sufría de una "Incipiente artrosis coxo femoral" en una de mis caderas,
caí en una suerte de impresión futurista, pues el detalle de la visión de cuando ya no pudiese valerme por mi misma, me emocionó, y como dirían mis hijas: "caí en la profunda" (significa reflexionar profundamente).
Mis funcionalidades dentro del hogar (de un tiempo a esta parte) se ven limitadas, porque mis extremidades se ven impactadas con atrofias propias y mis dedos suelen dejar caer algunas cosas porque no soporto el peso de otras que usualmente son livianas y el escribir se torna una ardua tarea cuando estoy con episodios de dolor frío que me aturde la movilidad y me veo buscando un asiento para sostenerme.
Analizo que la edad y otras causales se dan de manifiesto y como diríamos en mi país determino este tiempo, con la siguiente expresión:
"Me llegó el viejazo".
Lo bueno de esto que hay un terapia para contrarrestar el dolor, con dieta incluída, y he adquirido un poco más de nociónes acerca del tema con personas entendidas que me han aconsejado y una de ellas me encanta; tomar terapia en natación, aunque no sé nadar, me animaré a aprender para relajar mi cuerpo.
Otras de mis proyecciones es ver algunos artefactos que me ayuden a fijar posiciónes en la ducha y en el baño para el futuro más próximo y evitar caídas que pudieran ser dañinas.
Algunas cosas que mi esposo está haciendo por mi es colocar algunos artefactos más a la mano y realizar varias tareas que son pesadas para mi, esto me alienta mucho.
Y a propósito de esto buscando en la biblia, encontré un versículo que me da valor para este trecho de camino que me queda y dice así:
Isaías 41.13
"Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice :
No temas, yo te ayudo".
Qué maravilla es saber que "Él me sostiene", cuando desfallezco; esto me alienta pues tengo mucho para hacer y la responsabilidad aún no acaba, y por ende, Dios nos quiere aún utilizar para su obra, aunque este cuerpo se esté desmoronando somos útiles, pues sabemos que un día serémos revestidos de uno celestial para estar en su gloria.
2 de Corintios 4:16-17
Por tanto no desmayamos ; aunque este nuestro hombre exterior se va desgastándo, el interior no obstante se renueva de día en día .
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria .
Deseo sinceramente que sean alentadas al leer estos versículos,para que se regocijen aún en medio de las diversas pruebas que pudiesen estar pasando,al verlos.
¡Dios les bendiga!
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