martes, 21 de julio de 2015

"La biblia es un mantel interminable de puntos magníficos" .


Recién casados, alquilamos una casita para iniciar nuestra vida en común y pronto quedé embarazada, por lo cual me quedaban muchas horas libres para aprender a llevar una casa.

Mi casera era una mujer muy hábil con las actividades manuales y nos hicimos amigas, acudiendo con ella a un centro de mujeres para aprender a tejer con crochet.

Ella siempre estaba motivándome a lograr nuevos puntos, era una excelente maestra, pues se tomaba el tiempo para repetirme los puntos que me eran difíciles de aprender.

Su enorme capacidad de tolerancia frente a mi ignorancia me hacía esforzarme, y con ello armé un álbum de tejidos en el curso y las muestras eran colocadas allí junto con las fotocopias de los modelos a seguir.

Mi esposo me regaló hilos mercerizados de color dorado para comenzar un proyecto de mantel con coníferas.

Este era un proyecto de miles de vueltas, según mi visión, así que al comenzarlo  ella me ayudaba cuando me equivocaba en una vuelta, a veces ese error, me costaba deshacer muchas vueltas para recomenzar el tejido.

Al poco tiempo mi panza comenzó a crecer y aumentaron algunas molestias e incomodidades, así que lo dejaba de lado, más mi afán por verlo terminado me regresaban a mi empeñosa labor y al cabo de un tiempo, mi primogénita nació.

No recuerdo cuando logré llegar casi al final, mi falta de recursos no permitió terminarlo por completo, me faltaban unas pocas vueltas para terminarlo. Así que se quedó pendiente mi labor.

Ahora quiero preguntarles algo en especial:

¿Usted está tejiendo una labor espiritual cada día?

¿Su crochet o palillo espiritual es el número correcto para su labor?

¿Cuánto tiempo se dedica a tejer cada versículo bíblico en su corazón?

La biblia es un mantel interminable de puntos magníficos, a veces uno aprende a tejer también puntos con dolor, con lágrimas, con alegría, con devoción,  pero un día acabará.

La importancia del estudio bíblico radica en que usted, sea el tiempo que requiera, invierta tiempo y tenacidad al tejer para aprender a llevar su labor con diligencia.
Salmos 119: 12 Mis ojos desfallecieron por tu salvación, 
Y por la palabra de tu justicia. ¡Dios les bendiga!

Su servidora
Verónica




domingo, 19 de julio de 2015

"Estudiando con ánimo la Palabra de Dios".





Cuando visito a mi madre, siempre la veo en alguna actividad, no en aquellas que son las rutinarias, sino en aquellas netamente femeninas, esas que nos relajana a una hora determinada del día.
Pintar telas, tejer a crochet o a palillos; 
bordar con cintas de colores o hilos en punto cruz sobre una red; bordar en un pañuelo o en una tela.
Lo que me causa asombro en su hábito, es la tenacidad al dedicarle tiempo a los detalles para acabar su labor con esmero y cuando lo logra, una de mis hermanas le enmarca su trabajo y lo cuelga en la pared de la casa, a modo de trofeo, para que cuando le visitemos admiremos las maravillas de su trabajo.

Y así deberíamos ser en el hábito de leer la Palabra de Dios.
Pues esto procede de un querer andar y hacer la voluntad de Dios día en día.
El deseo de indagar en la lectura, observando cada enseñanza y el detalle sobre cada palabra para la correcta interpretación, derivará en la consecuencia inmediata sobre la aplicación en nuestras acciones diarias y por ende, ellas comprometerán un crecimiento y madurez paulatino en nuestras vidas.

¿Quiere que su bordado o tejido espiritual quedé perfecto?

Entonces siga las instrucciones al pie de la letra en su Biblia cada día.

Que Dios la bendiga y anime en el nuevo habito de leer y estudiar Su palabra cada día.

Su servidora...

Verónica


miércoles, 15 de julio de 2015

Salmos 3:5


Proverbios 20:27


Proverbios 25:11


Salmos 119:72


Salmos 119:66


Salmos 119:58


Salmos 119:18


lunes, 22 de junio de 2015

“EL HORIZONTE DE SU VOLUNTAD”.

“EL HORIZONTE DE SU VOLUNTAD”.


Siempre busco un tiempo único, a solas con Dios, probablemente no todas las veces puedo hacerlo como quisiera y así ocurrió en estos últimos meses tuve que buscar auxilio espiritual por donde anduviere, en el metro, en el bus o en la sala de espera de un hospital.

Nuestro hijo menor, necesitaba urgente una intervención quirúrgica y no teníamos los medios para realizarlo, además nos atemorizaba la existencia de una larga lista de espera, que databa de un par de años en el Hospital Público y eso nos desmoralizaba.
En esos instantes:… “Necesitaba orar”.

Salmos 119:25

 Abatida hasta el polvo está

 mi alma;

Vivifícame según tu Palabra.

Hablar con mi Padre Celestial, es el único medio que reconocía como la medicina efectiva para aliviar la presión, matar la ansiedad…y revivir en Su Palabra.

Salmos 119:26

 Te he manifestado mis caminos,

 y me has respondido; Enséñame tus estatutos.

Dios conocía mis temores, cuando le declaraba nuestra necesidad. Por tanto, necesitaba urgentemente de Su guía para ver el camino que tenía por delante., tanto como para escuchar las instrucciones del médico, como para elegir el lugar al que podíamos llevar a nuestro hijo. Así como también, para realizarle los diferentes exámenes.

Salmos 119:27
 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas.

Entender la voluntad de Dios implicaba obedecerle, para observar la maravilla de sus respuestas y Dios respondió a Su tiempo. Nos bendijo con el dinero para pagar el costo total de la intervención y contar con el apoyo de los que nunca faltan, para lo que restaba del camino.

Salmos 119: 28
 Se deshace mi alma de ansiedad;
 susténtame según tu palabra.
 
Cuando falló un examen el desánimo quería cobrar intensidad y más aún cuando nos derivaron a un Hematólogo quien nos sugirió repetir el examen. Nuestro hijo no quería repetirlo y aterrorizado, se rebeló.

Salmos 119:29
  Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.

El enemigo de nuestras almas quería desalentarme con la idea de que no había esperanza, pero aun así, busqué sabiduría en el Señor y obedeciendole…

Salmos 119:30  Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.

Ahuyenté el temor y lo llevé al hospital nuevamente.

Salmos 119:31
  Me he apegado a tus testimonios;
  Oh Jehová,  no me avergüences.

Aunque se resistió al principio, la bondad de aquella enfermera terminó por convencerlo, cesó en su intento de lucha y se calmó, al punto de salir feliz de la salita de pruebas llevando en su mano, un guante inflado, a modo de globo, como símbolo de su heroico acto.
Lo maravilloso de esto es que la misma enfermera, gestionó el resultado, que salió perfecto, de modo que nos perdiéramos más tiempo y agilizáramos la fecha de la intervención más nuestro Dios ya nos tenía la fecha y el lugar y dando gracias, descansamos y nos alegramos de la bondad de Dios.

Salmos 119:32a

 Por el camino de tus mandamientos 

correré.

Y llegó el día de la operación.

La habitación de nuestro hijo era de lujo, los pisos de aquel hospital Clínico brillaban. Para quienes estamos acostumbrados nada más que al sistema público, (que no es malo), nos alegraba este beneficio divino.

Lo checaron, controlaron y verificaron datos específicos, luego llegó el anestesista y nos explicó todo lo que habría de acontecer.
Con su batita azul, capucha para su cabello y boticas para sus pies, lo llevaban rumbo al Pabellón, al llegar ahí, conteniendo el llanto, abandonando todo temor, en silencio; una oración de confianza fue elevada.

Fui vestida para acompañarlo al último tramo, entretanto su cirujano amablemente me informaba del procedimiento.

Mi hijo cargaba en sus faldas unos autitos que su hermana mayor le había regalado y a solicitud del anestesista los dejó a un lado, para soplar el globo que lo llevaría al “Gran Viaje Espacial”.
Al verlo totalmente dormido, le di un beso, confiando en el cuidado extremo de Dios.

En la espera, orando, vislumbraba en el Pabellón, como en una visión, velando a los ángeles de Dios y a los miles de hermanos que estaban orando por nuestro hijo en aquella hora.

Salmos 119:32b

Cuando ensanches mi corazón.

Dios bendijo las manos del staff de cirugía y se llenó de alegría nuestro corazón, cuando salió el doctor diciendo que todo había sido un éxito.

Mediante este proceso se puede entender que nuestra tiempo con Dios, en oración y lectura devocional, nos permite tener claro el horizonte de Su voluntad” y podemos salir fortalecidas al final de cada episodio de la vida que debemos afrontar tomadas de su mano.

¡Dios les bendiga!

Su servidora

Verónica


domingo, 26 de abril de 2015

Libertados para servir a la justicia.


Hace un tiempo atrás estuve delicada de salud,
 y eso me obligó a parar y prácticamente acostarme en el sofá de la sala, 
así que me puse a ver una presentación de baile flamenco, (me cautiva la expresión corporal en toda la plenitud del taconeo), con la obra:

“Bodas de Sangre” de Lorca, en una versión muy especial.

En la escena final, la novia fugitiva y Leonardo, son  buscados por el Novio, con afán de venganza, por orden de su madre.

En esta escena de fuga se ve cabalgando a la pareja, “no hay caballo”, sólo la idea de estar sobre él huyendo, con grandes zancadas, imitando su trote  y con una iluminación de noche sin luna.

El novio dando órdenes a sus escogidos los envía en la búsqueda en direcciones opuestas y a él se le ve “sólo”, encontrándose al poco andar, con los fugitivos.

Se supone que descienden del caballo y se deslizan en el área con gran ímpetu, retándose, despojándose de sus chaquetas e iniciando un duelo de navajas.

La novia intenta separarlos, pero he aquí la escena única, que me deja, por minutos, viendo los desplazamientos de gran expresión, en lenta cámara humana, con roces de lucha, pero sin ruido, “ni uno solo” y lo hago notar porque transcurría sin música, ni canto de fondo, ni un palmoteo, nada de nada, y el público absorto, conteniendo la respiración, (metido en la escena, esperanzado en que nadie saliera herido), contemplaba en un silencio sepulcral la escena final.

Con los dos hombres heridos mortalmente y la novia con las manos ensangrentadas, fulminada de dolor.

Entonces la escena llega a su término, baja el telón y el público aplaude a rabiar la puesta en escena, ovacionando a sus protagonistas.

Me quedé pensando en los conflictos del “matrimonio cristiano”; en la pareja que no habla, que no se comunica, que da por sentado las cosas, que vive en la rutina, que no manifiesta sus afectos y por ende calla sus pensamientos y deja que la soledad se asomeentonces el desafecto cobra venganza, dándole entrada en la escena de la vida conyugal a “la seducción”, que se infiltra por las ventanas de los ojos, bailando la danza de la muerte, clavándole dulcemente, (aparentemente), la navaja de la perdición en la mente del cristiano, sí, porque muchas de nuestras luchas “no son oídas por el oído humano”, y las grandes batallas transcurren en el silencio de lo interno de la mente y corazón, ahí, donde sólo Dios ve y conoce.

Y mientras la ventana de la voluntad se abre al mundo, con oídos sordos a la obediencia, a lo preceptos, saltando los límites, caminando presurosa en medio de la noche, escondiéndose de la luz de la luna, el enemigo gana espacio en este campo abierto.

Los flancos del cristiano están listos para ser atacados, y el enemigo queriendo la total destrucción del cristiano, se ríe en su cara de sus errores, para intentar des-colocarlo de la posición original frente a la justicia que Dios obró en su vida cuando le perdonó allá en la cruz del calvario.

Entonces se deja caer la inmoralidad como invitada de gala a este desastre, viste de blanco para engañar a los sentidos, más sus pies corren por los ríos inmundos, arrastrándo al cristiano cada vez a su orilla, dejando que el mal olor le sea grato, hundiéndolo cada vez másllevándolo al límite,cercenando la cordura.

Pero siempre un haz de luna se vislumbra entre las sombras,
iluminando una mano que clama por auxilio, para no ser ahogado en el pantano del olvido.

¿Quién ha estado así alguna vez?

¿Quien ha ensangrentado sus manos en las filas de la infidelidad?

¿Quién no ha pedido auxilio en medio del pantano de las sombras?

Y sí, parece una obra de teatro y cada cual tiene una obra escrita en su vida.

Algunos en cierta medida, más dramática que otras, con problemas profundos, con raíces de amargura, influenciados por la navaja del pasado, intentándo asesinar el equilibrio de la vida del cristiano, pretendiendo hacer morir sus esperanzas de cambio.

Más la puesta final de la escena, en los cristianos,  está determinada por la voluntad de cambio, esa que opera con el acto de la obediencia ante tal ceguera, dejando que Cristo lave sus ojos de aquel lodo y sus ojos vean finalmente la luz de su perdón.

Si usted está frente a un dilema y es una mujer cristiana que quiere obedecer a y amar al Señor y se encuentra atrapada en la seducción,
ahogándose en el pantano del olvido, entonces tome una firme decisión en su vida:

Desista de su mal andar. 1ra Pedro 3:11

Humíllese ante el Señor.   Santiago 4:10

Confiese su pecado.

Pida perdón por su pecado  1ra Juan 1:9

Apártese del pecado    1ra de Pedro 3:11a

Renueve sus pensamientos en Cristo.   2da de Corintios 10:5b

Viva en Integridad   1ra Pedro 1:16

Extiéndase hacia la meta que tiene por delante
"La eternidad".

Primera de Pedro 4:2
Filipenses 3:13-14

Cuando usted cambie su actitud, dará prioridad a lo que le atañe como mujer cristiana, recuperará la visión que tiene por delante y se reubicara en la posición inicial de la mano del Señor con disciplina, esfuerzo diario y constante y esto le permitirá sortear con un buen paraguas espiritual las tormentas en su vida y sobre todo, restaurará su matrimonio, redimirá el tiempo que queda y volverá a amar y ser amada.

Le dejo un texto bíblico para meditar en la semana:

Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Romanos 6:18


¡SEAN MUY BENDECIDAS! 





miércoles, 22 de abril de 2015

sábado, 21 de marzo de 2015

"Magnífica bondad de Dios".

En todo momento y a pesar de las dificultades y los imprevistos podemos

confiar en la magnífica bondad de Dios sobre sus hijos. En Cristo Jesús ...¡¡Amén!!