A todos los sedientos: Venid a las aguas;
y a los que no tienen dinero, venid, comprad y comed.
Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
¿Porqué gastáis el dinero en lo que no es pan,
y vuestro trabajo en lo que no sacia?
Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará
vuestra alma con grosura.
Inclinad vuestro oído; y venid a mí; oíd y vivirá vuestra alma;
y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
Isaías 55: 1-2-3
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