lunes, 7 de mayo de 2018

Génesis 2:1-25


Génesis 2:1-25

1  Fueron,  pues,  acabados los cielos y la tierra,  y todo el ejército de ellos.
2  Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo;  y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
3  Y bendijo Dios al día séptimo,  y lo santificó,  porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
4  Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados,  el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
5  y toda planta del campo antes que fuese en la tierra,  y toda hierba del campo antes que naciese;  porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra,  ni había hombre para que labrase la tierra,
6  sino que subía de la tierra un vapor,  el cual regaba toda la faz de la tierra.
7  Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,  y sopló en su nariz aliento de vida,  y fue el hombre un ser viviente.
8  Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén,  al oriente;  y puso allí al hombre que había formado.
9  Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista,  y bueno para comer;  también el árbol de vida  en medio del huerto,  y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
10  Y salía de Edén un río para regar el huerto,  y de allí se repartía en cuatro brazos.
11  El nombre del uno era Pisón;  éste es el que rodea toda la tierra de Havila,  donde hay oro;
12  y el oro de aquella tierra es bueno;  hay allí también bedelio y ónice.
13  El nombre del segundo río es Gihón;  éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
14  Y el nombre del tercer río es Hidekel;  éste es el que va al oriente de Asiria.  Y el cuarto río es el Eufrates.
15  Tomó,  pues,  Jehová Dios al hombre,  y lo puso en el huerto de Edén,  para que lo labrara y lo guardase.
16  Y mandó Jehová Dios al hombre,  diciendo:  De todo árbol del huerto podrás comer;
17  mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;  porque el día que de él comieres,  ciertamente morirás.
18  Y dijo Jehová Dios:  No es bueno que el hombre esté solo;  le haré ayuda idónea para él.
19  Jehová Dios formó,  pues,  de la tierra toda bestia del campo,  y toda ave de los cielos,  y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar;  y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes,  ese es su nombre.
20  Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;  mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
21  Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán,  y mientras éste dormía,  tomó una de sus costillas,  y cerró la carne en su lugar.
22  Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre,  hizo una mujer,  y la trajo al hombre
23  Dijo entonces Adán:  Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne;  ésta será llamada Varona,  porque del varón fue tomada.
24  Por tanto,  dejará el hombre a su padre y a su madre,  y se unirá a su mujer,  y serán una sola carne.
25  Y estaban ambos desnudos,  Adán y su mujer,  y no se avergonzaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario